GRUPO DE TRABAJO DIABETES
JHONATAN MANUEL ESPINOSA
ALICIA OLIVERA LEMUS
JHON CASTILLO
JULIAN MARTINEZ
FICHA:1236151
BOGOTA DC
LA
IMPORTANCIA DE LA ACTIVIDAD FÍSICA EN LOS DIABETICOS
El
ejercicio físico es una de las formas de tratamiento de la diabetes. El
programa debe estar orientado a controlar la glucemia, el mantenimiento del
peso ideal, mejorar la calidad de vida y evitar la aparición de posibles
complicaciones. La práctica debe estar orientada al tipo diabetes:
1. Pacientes con diabetes mellitus tipo I (insulinodependiente)
El
ejercicio puede aumentar la sensibilidad a la insulina en estos casos, aunque
esto no implique un óptimo control de la diabetes de forma automática. Para
conseguirlo a largo plazo, los pacientes deben desarrollar una actividad física
diaria y teniendo en cuenta los siguientes factores: el momento del día en que
se realiza, su duración e intensidad, los niveles de glucemia antes del
ejercicio y el tipo y la dosis de insulina utilizada. Existen una serie de
normas básicas a tener en cuenta antes de iniciar una sesión de ejercicio:
Inyectar
la insulina en grupos musculares que no se movilicen durante la práctica de
ejercicio.
Planificar
el ejercicio para realizarlo de forma regular y a la misma hora cada día,
preferiblemente durante las primeras horas de la mañana.
Adaptarlo
al horario de las comidas y de la acción de la insulina.
Administrar
una cantidad extra de hidratos de carbono antes o durante el ejercicio o
reducir la dosis de insulina.
Evitar
los ejercicios en condiciones de calor o frío extremos y durante los periodos
de descontrol metabólico.
2. Pacientes con “diabetes mellitus tipo II (no insulinodependiente)”
El
programa regular de ejercicio es fundamental para el control glucémico. Además
se ha comprobado que la actividad es efectivo para prevenir este tipo de
diabetes, especialmente en aquellas personas con un alto riesgo de padecerla:
individuos con sobrepeso, tensión arterial elevada y con antecedentes
familiares de diabetes. También es importante seguir una dieta adecuada.
El ejercicio ideal
Una
sesión debería constar de unos 10 a 20 minutos de estiramiento y de fuerza
muscular, 5 minutos de calentamiento aeróbico (carrera suave), 15 a 60 minutos
de ejercicio aeróbico a una intensidad apropiada y de 5 a 10 minutos de ejercicio
de baja intensidad al acabar la práctica deportiva. Los deportes más
recomendables son caminar, correr y montar en bicicleta, pero siempre hay que
tener en cuenta el historial médico del paciente. Los diabéticos deben llevar
un registro de entrenamiento y consultar siempre con su médico antes de
realizar un ejercicio de forma continuada.
BENEFICIOS DE LA ACTIVIDAD FISICA
Aumenta
la utilización de glucosa por el músculo.
Mejora
la sensibilidad a la insulina.
Reduce
las necesidades diarias de insulina o disminuye las dosis de antidiabéticos
orales.
Controla
el peso y evita la obesidad.
Mantiene
la tensión arterial y los niveles de colesterol.
Evita la ansiedad, la depresión y el estrés.
Reduce
la incidencia de enfermedades cardiovasculares.
Qué precauciones tomar
Verificar
la glucemia antes de la práctica deportiva:
Si
es menor de 100 mg/dl, tomar un suplemento (fruta, galletas, bebidas
energéticas) antes de hacer ejercicio
Si
estás entre 100 y 150 mg/dl – 150 mg/dl, puedes hacer ejercicio sin riesgo.
Si
es mayor de 250 mg/dl, deja el ejercicio para otro momento.
Disminuir
la dosis de insulina antes de la actividad.
No
te inyectes la insulina en una región muscular que vayas a exponer a gran
esfuerzo.
Evitar
el ejercicio físico en el momento del pico máximo de acción de la insulina.
Controlar
la glucemia durante y después del ejercicio.
Tomar
un suplemento de hidratos de carbono durante ejercicios prolongados.
Consumir
líquidos -sobre todo agua- desde dos horas antes de empezar a ejercitarse y
durante la práctica deportiva.
Controla
tu grado de deshidratación y la temperatura ambiente.
Siempre
que un diabético siga un programa regular de ejercicio (que favorece la
tolerancia a la glucosa), se deben readaptar los tratamientos con fármacos y prever ciertas
medidas dietéticas para evitar que durante su práctica surja algún episodio de
hipoglucemia
Evitar
realizar ejercicio si la glucemia capilar es >250 mg/dl y existen indicios
de cetosis en la sangre y la orina, o si la glucemia es superior a 300 mg/dl
aunque no haya signos de cetosis. Es preferible esperar a que la situación de
descompensación haya desaparecido para empezar a hacer deporte.
Si
aparece algún síntoma de hipoglucemia antes, durante y después del deporte,
debe tomarse una cantidad adicional de hidratos de carbono de absorción rápida
(como son los zumos, por ejemplo).
Es
aconsejable conocer el comportamiento de la glucemia en relación con los
diferentes tipos de ejercicio físico.
Algunos
pacientes diabéticos pueden padecer complicaciones como arritmia durante la
práctica de ejercicio.
Muchas personas no son consientes de la importancia del ejercicio para dar solución a la diabetes, buen artículo
ResponderEliminarExcelente artículo!!
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